Enfermedades internas: pintura involucrada de Celina Kanunnikava

 

La enfermedad como decía Susan Sontag puede funcionar como metáfora. Lo mismo pasa en las obras de Celina, donde se concentra en las enfermedades de mundo actual : conflictos y tensiones políticas, o regímenes que le dan sólo el mensaje correcto y ahogan otras voces libres.

Estas imagenes fuertes de una manera también enseñan  a ser conscientes de la fragilidad y vulnerabilidad del cuerpo humano hacia las máquinas políticas y la agresión. En la nieve la sangre se empapa, que inmediatamente ventila los estantes. El título de uno de los cuadros se refiere a la historia de Stefan Żeromski a partir de 1895, en el que el autor describe la caída del levantamiento de enero y el campo de batalla sembrado de cadáveres de hombres y caballos: «Bajo el viento y las nubes, como para cumplir con los rebaños ya estirados, que ya es uno cuervos y cuervos. (…) En los carroñeros que yacen en el campo comenzaron a circular, se hundió el vuelo después de una larga y seriamente la lucha libre con el vendaval sentarse allí en los surcos a una distancia».

Y entonces uno de los cuervos más atrevidos levantó la cabeza, deslizándose las piernas como un leñador que se abría paso, señalando su pico perpendicularmente, y como la paloma de hierro le quemó ojo muerto. Como ejemplo de un cuervo audaz, sus compañeros se movieron. Ella hizo una costilla, otra le pellizcó la pierna y otra la hirió en el cráneo: «Cuántas muertes modernas mueren en el ruido informativo, cuánta información es ahogada o censurada por aquellos cuyo pecho está decorado con decoraciones honorables? O tal vez por aquellos que – a pesar de todo – será de todos modos la colocación de productos, porque no hay nada más importante que el consumo y el aumento de los resultados de ventas?

En las imágenes de Kanunnikavej las heridas y la sangre se presentan de tal manera que sentimos como si fueran las heridas de la representación misma: esta imagen está sangrando. Los planos de otros lienzos están, a su vez, completamente identificados con el motivo de la «nieve» de la pantalla de televisión, donde se corta la señal de emisión. También recuerdan la piedra sepulcral de terracota, que funciona de la misma manera que el memento mori. Estamos atrapados en el sistema circulatorio, que -como un laberinto- nos absorbe por dentro y no nos permite encontrar el camino correcto en el mar de información ruidosa. La pintura Kanunnikavej no se permite contemplar sin más, sino que da lugar a pensar, plantea preguntas difíciles, no nos permite caer en un cómodo conformismo e indiferencia.

Está al día, comprometido y crítico, y al mismo tiempo -lo que es importante- no es un periodismo unidimensional. Se puede leer multidimensional y universalmente en relación con la condición humana de la política y la historia, y esto se debe a que el medio se inventa para siempre y se trata con gran cultura de la pintura.

 

Marta Smolińska